Por desgracia poco recuerdo nos va a quedar de esta adaptación del cómic a la gran pantalla, puesto que fue cancelada tras una efímera temporada. De esta familia dedicada en secreto a la caza de monstruos vamos a recordar el espléndido vehículo que poseen desde su juventud y que aún atesora en su guantera más de un secreto venial.
Se trata de un Dodge Charger naranja del año 72 que vuelve a ver la luz tras el regreso de la familia a la casa natal del progenitor, lo que nos trajo reminiscencias de Locke & Key, otra adaptación del cómic y que por suerte si tendrá continuidad en Netflix. Un verdadero muscle car que rejuvenecerá al padre y a la madre a la par de traerles otros recuerdos del pasado no tan atractivos.
En cuanto a la serie, tuve dificultades para encasillar a J. C. MacKenzie en el papel de padre bueno porque no podía quitarme de la cabeza su trabajo como villano en Hemlock Grove. Y me llama la atención otra cuestión que he observado en otras series últimamente, y que no es otra que la forzada (a mi parecer) inclusión de personajes homosexuales y de color. No sé si lo hacen por obligación de las productoras, para llegar a una mayor audiencia o porque quieren ser políticamente correctos. Creo que no es necesaria esta alteración de las historias originales, pero en los tiempos que corren hay muchos intereses y prejuicios entre manos.
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